Vietnam tiene una festividad anual que resume todo lo que es su identidad cultural. Esta festividad es el Año Nuevo Vietnamita, denominado por ellos como Año Nuevo o Tet. Estas fiestas populares son un espejo de las costumbres locales y de la idiosincrasia reinante.

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“Tet” es una palabra de origen chino, y es una deformación fonética de “Tiet”, que significa “conjunto de popa de bambú”, aunque en un sentido más amplio significa “inicio de un período del año”. Aunque parece gracioso, hay muchos Tets durante el año, y el más importante es el Año Nuevo Vietnamita, que marca el inicio del Año Nuevo Lunar.

El Año Nuevo Lunar Vietnamita se produce en los últimos diez días de enero o los primeros veinte días de febrero, entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera.

Para los vietnamitas, el Año Nuevo Vietnamita es una combinación de la celebración de San Silvestre, el día de Año Nuevo, Navidad, Semana Santa y de Acción de Gracias. Esta es una fiesta dedicada a la pureza y la renovación.

La naturaleza va renovando su pureza y frescura original y la gente pretende con esto, seguir el mismo curso.
En estos días de celebración, todos prometen portarse bien, no pelear, los hijos ser obedientes, no emplear un lenguaje soez. A los niños se les agasaja con ropa nueva, regalitos y algunas monedas envueltas en un paño rojo, ya que el rojo es el color de la suerte. A los mendigos se les da limosna y se celebran ceremonias varias para promover los principios y valores que van tras la fiesta, que pretenden inyectar optimismo y alegría a la gente.

Foto: flickr

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